regla de oro
Mateo 7:12RV60a* Así que, todas las
cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced
vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
Introducción:
Todo aquello que queremos que los demás
hagan con nosotros, primero debemos hacerlo para con ellos. La regla de oro, es
una norma, una forma como los seres humanos y en especial, los cristianos
deberíamos actuar. Debemos hacer con los demás, lo que nos gustaría que los
demás hicieran con nosotros.
Algo que quiero compartirles en esta
mañana es que mucho antes de que Jesús diera este mensaje en el famoso sermón
del monte sobre la regla de oro, otros pensadores ya habían hablado sobre este
tema, pero es necesario analizar en esta mañana la forma en cómo se habían
expresado las palabras por estos pensadores y como lo hizo jesus.
Analizando las diferentes versiones
de la regla de oro, podemos ver que antes de Cristo, o fuera de Cristo, el
principio enfatiza la pasividad en el trato con los demás, por ejemplo.
Confucio lo expresó de la siguiente
manera: "no impongas en otros lo que no harías contigo."
Pítaco (sabio griego) la expresó así:
"No hagas a tu prójimo lo que te molestaría que te hiciera."
En el Islam se expresa, "No
lastimes a nadie para que nadie te lastime".
Si nos damos cuenta en estos
ejemplos, y muchos más existentes, expresan el no hacer para que no te hagan,
es decir, es una presentación pasiva del principio. Otros dicen que estas son
formas negativas del principio.
Ahora analicemos la versión de Cristo:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así
también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas."
Si te das cuenta, la versión que
Cristo presenta es una versión pro activa, donde no invita a evitar, sino a involucrarse
en forma positiva en el bienestar del prójimo. Es una forma positiva.
En su forma negativa, ésta regla es
de hecho la base de toda enseñanza ética, pero nadie más que Jesús la puso
nunca en su forma positiva. Muchas voces habían dicho: "No hagas a otros
lo que no quieres que te hagan a ti.» Pero no se había oído decir nunca: «Todo
lo que queráis que los demás hagan por vosotros, hacedlo vosotros por ellos.»
- analicemos ahora la diferencia
entre lo que dijeron estos pensadores a lo que dijo Jesús.
La forma negativa de la regla de oro
es fácilmente cumplible por cualquier persona que no profese creencia en Dios o
Jesús.
Es una regla que demanda un estado de
inactividad, de no hacer, no hacer, no hagas a otros, demanda sencillamente
cohibirnos de hacer algo malo a alguien pero en cierta forma no aporta nada a
nuestros semejantes.
Quiero hacerme entender en este
punto, es muy bueno no hacer mal a la gente, eso es excelente y eso es lo que
dice esta regla, pero no va más allá, no aporta nada a nuestro prójimo, se
queda en ese punto de no hacer y listo.
Pero la forma positiva que hablo
Jesús va más allá, porque no solo encierra la parte de no hacer a alguien lo
que no me gustaría que me hicieran si no que hago por ellos lo que quisiera que
hicieran conmigo.
La forma presentada por Jesús nos
manda a hacer y aquí viene lo interesante.
La forma negativa si alguien nos ha
ofendido pues sencillamente yo no lo trato de esa misma forma y listo ya
cumplí, pero la forma positiva que Jesús nos manda me lleva no solo a no
responderle de la misma forma si no a hacer algo por esa persona, seguirla
tratando como si nada hubiera pasado, seguirla tratando como quisiera que ella
me trate.
Muchas veces tomamos la forma
negativa.
- meditemos en esto, a veces tomamos
está forma negativa de la regla cuando nos han hecho daño, sencillamente no
tratamos mal a estás personas, sencillamente nos ofendieron, listo yo me quedo
en mi sitio, no le hago daño y ya paso, sencillamente me ofendieron, listo yo
no le hago daño y ya.
A veces actuamos así, pero la forma
positiva presentada por Jesús nos manda ha si en algún momento nos hacen daño
debemos estar dispuestos a no solo no hacerle mal si no hacerles todo el bien
que podamos.
Ej. Paso a Omar.
Omar me hizo algo malo, me hirió, me
ofendió, pero un día lo en centro varado con su moto en la carretera, si actuó
en la forma negativa, pasiva, de no hacer lo que no me gusta sencillamente paso
de largo y ya estaría cumpliendo, no hay problema, no le estoy haciendo daño al
seguir de largo pero si actuó de la forma como me mandó Jesús entonces me
detengo y ayudo a esa persona.
Si uno tiene un coche, la ley le obliga a conducirlo de tal manera que
no sea un peligro para los demás; pero no le puede obligar a llevar a un peatón
cansado. Es bien simple abstenerse de hacer daño a otros; no es tan difícil
respetar sus principios y sus sentimientos, y es mucho más difícil tener por
norma voluntaria y constante el dejar lo nuestro para ser tan amables con los
demás como querríamos que ellos lo fueran con nosotros
El fundamento es el amor.
- así que en cierta forma es más fácil dejar de hacer daño, dejar de
hacer cosas por el bien de otros pero es más difícil no solo dejar hacer cosas
si no hacer cosas por ellos, aquí viene otro ingrediente fundamental que es el
amor.
Cualquier persona pueda no hacer daño pero solo una persona que ame hará
algo por alguien, solo alguien que ama será capaz de perdonar, será capaz de
ayudar al necesitado, solo alguien que ama será capaz de dar a otros.
*[[Rom 13:9]] RV60a* Porque: No adulterarás,(B) no matarás,(C) no
hurtarás,(D) no dirás falso testimonio,(E) no codiciarás,(F) y cualquier otro
mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.(G)
*[[Rom 13:10]] RV60a* El amor no hace mal al prójimo; así que el
cumplimiento de la ley es el amor.
*[[St 2:8]] RV60a* Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la
Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo,(A) bien hacéis;
Así que la unica forma de poder cumplir está regla de oro es a través
del amor, solo el amor nos llevará a hacer cosas buenas por las personas.
La Biblia dice que Dios derramó de su amor en nuestros corazones a
través de su E.S así que si usted a creído al señor el E.S santo está en usted
y por consiguiente esa capacidad de amar.
La prueba indiscutible de que en usted y en mi esta operando el E.S no
es porque profeticemos, no es porque hablemos en lenguas, no es porque hagamos
muchas cosas para el señor si no porque tengamos esa capacidad de amar, lea 1
cor 13.
- ahora una pregunta, como sé si tengo amor en mi?.
Es muy sencillo, no es porque ame a mis hijos, no es porque ame a mi
esposa, no es porque ame a mi mamá o papá, no es porque tengo aprecio mucho
aprecio por mis amigos, sino que la prueba real de que tengo amor en mi vida es
cuando amo a los que no me han hecho bien, a los que de alguna forma me han
herido, a los que han dicho algo de mi, a los que me han calumniado, ahí es
cuando se si realmente hay amor
Debo primero hacer por otros sin que ellos hayan hecho algo por mi
Debo tomar acción, tomar la iniciativa y debe ser nuestro estilo de
vida, cómo sería la vida si todos hiciéramos esta regla?
A veces decimos, has pero como no me saludo yo no lo saludo, has es como
no fue ha visitarme yo tampoco lo visito, es que como no me felicitó en mis
cumpleaños yo tampoco y así sucesivamente.
Noooo es así, tenemos que tomar la iniciativa, accionar, obrar.
Algo a tener en cuenta.
Nos dice la regla lo que quieras que otros hayan por ti, debemos hacerlo
primero por ellos, pero esto no quiere decir que cuando yo hago por alguien
porque quiero que el lo haga conmigo es garantía de que esa persona lo va
hacer.
Podemos hacer mucho por otras personas y no recibir de eso que hemos
dado, Jesús dice hagan lo que queremos que nos hagan, pero no promete que nos
van hacer de la misma forma.
1. Quiero
que me amen.
Muchos queremos ser amados, queremos
que nos estimen. Pero la regla de Dios es si quieres ser amado, ama a los
demás.
Juan 13:34 RV60a* Un mandamiento
nuevo os doy: Que os améis unos a otros;(F) como yo os he amado, que también os
améis unos a otros.
Cuando queremos demostrar el amor
debemos hacerlo no solo de palabras, sino con hechos, con acciones.
1Juan 3:18[NTV]* Queridos hijos, que
nuestro amor no quede sólo en palabras; mostremos la verdad por medio de
nuestras acciones.
2. Quiero
que se alegren por mis triunfos.
Queremos que se alegren en nuestros
triunfos alegrémonos en los logros de los demás. Queremos que se compadezcan y
nos consuelen en nuestros sufrimientos, hagamos lo mismo para con los
demás.
Romanos 12:15 Gozaos con los
que se gozan; llorad con los que lloran.
3. Quiero
que me valoren y me tomen cuenta.
Valoremos a los demás, todos somos
hijos de Dios, todos estamos luchando por nuestra salvación cuando andamos
obedientes, Dios nos valora. ¿Si somos importantes para Dios, como no lo voy a
ser para mis hermanos?
*[[Rom 12:16]] [NTV]* Vivan en
armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la
compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo!
4. Quiero
que me ayuden, que me sirvan.
Ayuden, sirvan primero.
Gálatas 5:13 * [NTV]* Pues
ustedes, mis hermanos, han sido llamados a vivir en libertad. Pero no usen esa
libertad para satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. Al contrario,
usen la libertad para servirse unos a otros por amor.
5. Quiero
que sean compasivos, misericordiosos,
En nuestras fallas queremos que sean
misericordiosos, compasivos con nosotros, pero cuando los demás se equivocan no
somos misericordiosos ni compasivos.
1Pedro 3:8 RV60a* Finalmente,
sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente,
misericordiosos, amigables;
La misericordia es una cualidad que
debemos desarrollar como hijos de Dios.
*[[Lc 6:36]] RV60a* Sed, pues,
misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
Si queremos que Dios tenga misericordia
de nosotros, seamos misericordiosos.
6. Quiero
que sean amigables, cariñosos, amorosos.
Nos gusta que nos traten bonito, que
nos demuestren cariño, amor. Pero somos rudos o toscos con nuestros hermanos.
Nuestra gentileza debe ser conocida por todos y especialmente entre nuestros
hermanos. El cariño, el amor fraternal debe estar presente entre
nosotros.
7. Quiero
que me animen, me alienten
Algunos cristianos se desaniman, se
acongojan, se entristecen cuando vienen las adversidades, algunos se desaniman
muy rápido y fácil, ante cualquier problemita se siente agobiado. En estas circunstancia
queremos que nos animen, nos alienten, pero cuando andamos bien, no tenemos ni
tiempo, ni palabra, ni ganas de animar a nuestros hermanos.
*[[1Tes 5:11]] RV60a* Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos
unos a otros, así como lo hacéis.
Cuando nos reunimos como iglesia, nos
animamos, nos estimulamos a seguir firmes, a no desmayar, a predicar el
evangelio, a amarnos unos a otros, etc.
8. Quiero
que me ayuden a llevar, a soportar mis problemas, mis cargas.
Cuando la biblia nos dice que sobrellevemos
las cargas unos de los otros, implica que cada uno debemos ayudar, apoyar a
nuestros hermanos cuando son tentados o cuando caen en el pecado, tratando de
restaurarlo y ayudarlo a seguir adelante.
*[[Gal 6:2]] Biblia en Lenguaje Sencillo* Cuando tengan dificultades,
ayúdense unos a otros. Esa es la manera de obedecer la ley de Cristo.
9. Quiero
que tengan paciencia, me soporten y me perdonen.
Ahora yo tengo muy poca paciencia y
casi no soporto algunos hermanos. Y si me hacen algo: que los perdone
Dios, yo ya veré. Si queremos que nuestros hermanos manifiesten estas
cualidades para con nosotros, nosotros debemos tenerlas para con nuestros
hermanos.
Colosenses 3:13 soportando
y perdonandoos
10. No
hagamos acepción de personas.
Este es un pecado que no debemos
cometer, la regla de oro debemos aplicarla para todos nuestros hermanos no para
algunos y para otros no. Con algunos somos cariñosos, con otros no. Con algunos
somos pacientes y misericordiosos con otros no. Con algunos estamos dispuestos
a ayudarlos y animarlos, con otros no.
*[[St 2:9]] RV60a* pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado,
y quedáis convictos por la ley como transgresores.
Conclusión:
La regla de oro es muy sencilla:
Hagamos con los demás lo que queremos que hagan con nosotros.
Quiero que me llamen, me amen, sean
pacientes, me visiten, oren por mí, me ayuden, me animen, me apoyen, me
perdonen, etc. Hagamos lo mismo para con los demás.
Jesucristo
termina diciendo que al hacer esto estamos cumpliendo la ley y los profetas.
Comentarios
Publicar un comentario